Curiosidades y un Poco de Historia de la Barbería Vicenç Moretó

Año 1959: El Comienzo de Todo

Nuestra historia empieza en 1959, cuando mi padre, Vicenç Moretó Sr., emigró desde Valencia a Barcelona. En aquella época, las oportunidades eran escasas, pero aquí podía ganar tres veces más que en su ciudad natal. Fue una decisión valiente, en tiempos difíciles, que marcó el inicio de una gran aventura familiar.

De Empleado a Propietario

Durante años, mi padre gestionó la barbería del señor Palomares, especialmente tras un accidente que sufrió su antiguo dueño. Finalmente, en 1988, asumió la propiedad del negocio y comenzó una nueva etapa como barbero y empresario. Ese mismo año, inspirado por su dedicación, inicié mis estudios de peluquería y barbería en Santa Coloma, mi ciudad natal.

Vocación Descubierta

Nunca fui un gran estudiante, lo admito, hasta que descubrí mi vocación: ser barbero, gestor, mentor y comunicador. A partir de entonces, todo cambió.

Formación y Primeros Viajes

En 2005 empecé a formarme de manera más rigurosa con American Crew. Recuerdo especialmente aquel viaje a Mallorca, al que asistí con mi hijo recién nacido, con solo 15 días. Luego llegaron Ámsterdam, Roma, Madrid… experiencias que han enriquecido mi visión del oficio.

Tres Generaciones de Clientes

Nuestra barbería ha acogido hasta tres generaciones de clientes que hoy, en muchos casos, se han convertido en amigos. Ver cómo las familias siguen confiando en nosotros es uno de los mayores orgullos de nuestra trayectoria.

Un Equipo Familiar

En 1998 se incorporó Toni al equipo. Durante tres años trabajamos juntos: mi padre, yo y mi sobrino. Fue una etapa inolvidable. En 2001, mi padre se jubiló, y yo asumí la dirección de la barbería.

La Mudanza y el Presente

En 2005 nos trasladamos a nuestra ubicación actual en la calle Joaquín Costa 51. Hoy celebramos 20 años en este espacio, donde hemos compartido miles de historias, cortes, charlas y buenos momentos con todos vosotros.

Un Lugar Especial

Para muchos, la Barbería Vicenç Moretó se ha convertido en su “tercer lugar” después del hogar y el trabajo. Y eso, sin duda, es uno de los mayores reconocimientos que podemos recibir.